Costa Rica conmemora abolición de sus fuerzas armadas

-Ministra Campbell resaltó el pensamiento, la visión, la valentía y la determinación del Presidente José Figueres Ferrer.

“Costa Rica, como nación de paz, reafirma ante el mundo su renuncia al uso de la fuerza, y su decisión de privilegiar el diálogo y el entendimiento como vías para la convivencia entre las naciones”, expresó este sábado 1 de diciembre la Vicepresidenta y Ministra de Relaciones Exteriores y Culto, Epsy Campbell Barr, al conmemorarse el 70 aniversario de la abolición del ejército.

“La renuncia unilateral al uso de la fuerza militar, como vía para dirimir controversias, es sin duda, uno de los más significativos hitos históricos de Costa Rica, que definen e identifican a nuestro país en el ámbito internacional”, añadió la canciller Campbell.

Costa Rica, por decisión de la Junta Fundadora de la Segunda República, abolió el 1 de diciembre de 1948 sus fuerzas armadas, y el entonces presidente don José Figueres Ferrer hizo el anuncio en el actual Museo Nacional, en ese tiempo, un cuartel, que se convertiría en un centro cultural, en los siguientes términos: “La Junta Fundadora de la Segunda República declara oficialmente disuelto el ejército nacional, por considerar suficiente para la seguridad de nuestro país, la existencia de un buen cuerpo de policía…”.

La Ministra Campbell resaltó “el pensamiento, la visión, la valentía y la determinación del señor presidente don José Figueres Ferrer, que con su decisión sería fuente de inspiración a una sociedad para optar por la cultura, no por las armas”.

“Costa Rica ha demostrado durante 70 años que es posible vivir en paz con sus vecinos, que es posible construir sociedades sin la amenaza de las armas y por ello, su política exterior es un permanente compromiso con la paz, la seguridad internacional, el multilateralismo y el desarme”, afirmó la Vicepresidenta de la República y Ministra de Relaciones Exteriores.

“La abolición del ejército en Costa Rica es un hecho sin precedentes, y que nos da la oportunidad para agradecer a quienes generaron la idea y todos los que tuvieron la sabiduría y el coraje de tomar la histórica decisión. Debe ser también un homenaje a la memoria de quienes abonaron, desde una dolorosa confrontación y división, esperanzas y una convivencia en paz para las nuevas generaciones”, concluyó la Ministra de Relaciones Exteriores.